sábado, 11 de enero de 2014

American dapEXpresso


Marche American Expresso

Martín Blotto - Mblotto@ole.com.ar
   
La CD pagó ayer $810 mil de la tarjeta corporativa que Passarella y otros dirigentes usaron en sus últimos 90 días de gestión, visita del Kaiser al Papa incluida.


La “bomba económica” hacía tic, tac, tic, tac en las oficinas del Monumental. Y ayer le estalló en las manos a Andrés Balotta, el encargado de definir en dos palabras el desbarajuste que heredaron. Marche American Expresso, el tesorero denunció que la CD tuvo que hacerse cargo de saldar 810 mil pesos que correspondían a tres meses impagos de las tarjetas corporativas del club. 
Atónitos, D’Onofrio y los suyos afrontaron la cuestión pero juraron que jamás se hubieran imaginado que el Kaiser, además de haber vaciado la arcas del club, les iba a dejar otros desagradables regalitos antes de irse por la puerta de atrás del Monumental. 
Según ellos, en los últimos 20 días de gestión emitió cheques por 140 millones y “se olvidó” de pagar los gastos de los últimos 90 días de la tarjeta corporativa, que incluían, entre tantas cosas, el viaje que el ex presidente hizo a Europa a mediados de noviembre para visitar al Papa. Increíble.
Para evitar la pérdida de la American Express oficial, incluso, varios directivos aseguran que aportaron fondos y avales propios. En los resúmenes del plástico mágico que no sólo utilizaba Passarella sino también los vicepresidentes Diego Turnes y Omar Solassi, el secretario Daniel Bravo, el tesorero Hugo Carreras y el abogado Daniel Crespo, figuran diferentes tipo de gastos y no se puede identificar específicamente qué persona los realizó. 
Mucho menos, si ese dinero se utilizó con fines institucionales o personales (los anteriores dirigentes afirman que el principal gasto, de 500 mil pesos, correspondió al pago del hotel Intercontinental de Nordelta, lugar de concentración del plantel) más allá de que uno de los acreedores sea La Rosa Negra, uno de los restaurantes preferidos de Daniel...
De lo que sí hay pruebas irrefutables es de que el Kaiser hizo de goma la tarjeta en su última excursión europea. ¿Fue a negociar la venta de algún jugador? ¿A reunirse con presidentes de los clubes más poderosos del mundo? ¿A buscar sponsors? 
No, nada relacionado con el club: tuvo una audiencia privada con el Papa Francisco porque el 18 de noviembre se cumplió el 15º aniversario de la muerte de su hijo Sebastián. Se trató de un viaje netamente personal, aunque solventado con el dinero de River, ya que en el resumen de la Passarella Express se detallan gastos de alojamiento en lujosos hoteles y de restaurantes de primer nivel.
“Es una vergüenza”, le dijo a Olé un importante directivo, tan sorprendido como indignado por la actitud del ex presidente, quien había llegado con el lema “se acabó la joda” y se jactó hasta el último día de su mandato de haber ganado “el campeonato económico”. 
Con la deuda de la tarjeta corporativa cubierta, ahora la nueva CD dice que tiene otro inmenso agujero financiero por cubrir: 310 millones (228 son reconocidos por la anterior conducción) en cheques a pagar entre enero, febrero y marzo, de los cuales 140 -sostienen- fueron emitidos en las últimas dos semanas de la gestión DP, a modo de despedida...
“Lo que gastaron antes de irse equivale a más a tres años de ingresos de Fútbol para Todos, ya que River cobra 45 millones por año. Es una fortuna”, se agarraron la cabeza en Núñez. D’Onofrio ya pidió una auditoría. Y juró que si hay responsables, marcharán American Expresso.
Ole en Tandil (enviado especial).

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